lunes, 22 de junio de 2020

Circular Collada-Aguanes-Trabaces


La ruta de hoy transcurre por un lugar que no te dejará indiferente. Es circular de unos 12 km y medio aproximadamente y de una dificultad media.


Este es el enlace al track de la ruta:

https://drive.google.com/file/d/1w0sTCUG4dM3EtgQ3S1m9mQ42QvLcHX3N/view?usp=sharing


Empezamos la ruta en el pueblo de Collada.


El primer tramo lo hacemos por la carretera hasta llegar al puente de Veiga, luego cogemos el camino que sube al lado del cartel.


Subimos por el camino hasta el collado y giramos a la derecha (vista del camino que hay que seguir desde ese collado)


Llegamos al río Trabaces y cruzamos el puente.


Seguimos por el camino... ya se ve el pueblo de Aguanes.


Durante la ruta vamos disfrutando de un paisaje idílico.


Camino que hay que coger poco antes de llegar al pueblo de Aguanes.


Desde Aguanes seguimos el camino y ya vemos el pueblo abandonado de Trabaces al otro lado del valle.


En ese tramo hay una bifurcación, que en nuestro caso cogemos la de la izquierda y seguimos un buen tramo hasta llegar otra vez al río Trabaces y a un puente que está bastante deteriorado por el paso del tiempo.


Cruzamos el puente con un poco de precaución y seguimos el camino hasta el pueblo de Trabaces.

En Trabaces paramos a descansar un poco pensando en la vida que debieron llevar sus antiguos habitantes.


Salimos de Trabaces y seguimos el camino.


Vista de Aguanes y una bonita cascada desde el camino.



Siguiendo el camino se llega a un collado en donde nos encontramos el couso de los lobos.



Desde allí ya divisamos otra vez el pueblo de Collada con el pueblo de San Salvador al fondo.


Seguimos el camino y ya tenemos a Collada a un tiro de piedra.


Y ya está, llegamos a Collada y al punto de partida de esta magnífica ruta.
Esperamos que os animéis a realizarla y disfrutéis tanto como disfrutamos nosotros.
¡Hasta la próxima ruta!


1 comentario:

  1. El pasado lunes 18, siguiendo el buen trazado de la ruta circular (pues hasta averiguamos el sitio donde estuvisteis comiendo o cubriendo otras necesidades cuando la trazasteis: Collada - Aguanes - Trabaces y final en Collada. Después de un tiempo pensando en hacerla, decidimos hacerla en el día indicado al comienzo. Día que fue el último, a modo de coletazo de la ola de calor extremo que llegó a todos los rincones del país. Aun así, puedo decir en mi nombre y en el de mis compañer@s de "Caleyando" (María, Maribola, Cris, Pepa y Quique) que fue una autentica gozada de ruta, algo empañada por nuestra equivocación de no llevar agua suficiente y terminar algo deshidratados.
    De Collada a Aguanes, tuvimos suerte, pues el sol, a pesar de sus intentos de ponérnoslo díficil, estuvo tapado por unas nubes que se apiadaron de nosotros. Volver a Aguanes por un nuevo camino me hacía ilusión, pues por este pueblo estuvo viviendo mi abuela hace muchos, muchos años antes de terminar en la Puela. Este primer tramo es de una gran belleza y cómodo de andar, de dificultad media baja.
    Al llegar a Aguanes, nos recibió, sin pretenderlo, haciendo sus labores en el huerto, "Sureina" según nos dijo Cris con ciertas dudas sobre si es correcto o no. la vecina de Aguanes nos advirtió que más nos valdría salir tarde pues en el tramo hasta Trabaces iba a pegar bien el sol. Miramos al cielo encapotado y no le dimos importancia alguna. Los que si hicimos fue buscar un sitio en el Regueiro de Alair para meternos en una pequeña poza y refrescarnos antes de comer.
    Reemprendimos la marcha hacia Trabaces y rápidamente descubrimos lo acertadas que fueron las palabras de "Sureina", tanto es así que cuando cruzamos de nuevo el río Trabaces nos tiramos a él para rellenar nuestras botellas, que no eran suficientes. el camino seguía siendo de una belleza extraordinaria, pero con un poco más de dificultad, pues, en ciertos tramos, no se veía dónde pisabas pues la fulguera, los toxus, ganzos y hartos se encargaron de cerrarlo bien todo. No vimos la cascada de Aguanes, pero si el couso de los lobos, aunque ahí empezábamos a deshidratarnos y nuestra atención era mínima. Alegría cuando divisamos Collada de nuevo y desubrimos un pilón de agua. Dos apuntes para el Ayuntamiento. Mantengan limpios los caminos pues es una inversión que puede rentabilizarse con facilidad. A modo de petición, ruego diría, de un vecino de Collada, traslado su petición: "hagan un pequeño parking para que los visitantes no impidan el cotidiano funcionamiento (visita del panadero, pescadero, etc.) de ese bonito y bien cuidado pueblo.
    Gracias a Pateallande por sus propuestas y, especialmente, por esta preciosa ruta tan bien trazada. A pesar de la sed la ruta fue maravillosa y nos deparó un día entrañable para el grupo.

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